Por Ximena Ibañez
Los tiempos pasan, es cierto y sino mírense en ese espejo con mas detenimiento. Lo malo de ese paso no es tener una cana o una arruga mas que ayer, lo malo del paso del tiempo es que nadie hace demasiado para que la calidad de vida, de nosotros mismos e incluso de otros, mejore.
Los trastornos alimentarios son una de las mas grandes epidemias del siglo XXI y si bien aun no son consideradas como una enfermedad, se esta trabajando duro para que pronto las obras sociales y prepagas se ocupen de tratar a sus pacientes con ese tipo de problemas como enfermos.
Si nos remontamos años atrás, mas específicamente al año 1989 nos encontraríamos con la primera iniciativa llevada al Congreso para el proyecto de ley que declara de interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios – entre los que se incluyen a la bulimia, la anorexia y la obesidad - y obliga a las obras sociales y prepagas a incluir entre sus prestaciones los tratamientos “nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos, farmacológicos y todas las practicas medicas necesarias para su atención”. Pero no quedo allí, ya que hasta la fecha se agregaron cerca de 20 proyectos que en que en agosto del año pasado el Senado unificó en un dictamen el cual fue modificado y aprobado este mes en el recinto.
La obesidad aumenta las probabilidades de desarrollar Diabetes Tipo 2, Cáncer y Enfermedades Cardiovasculares; por ello es considerada la segunda causa de muerte prevenible detrás del cigarrillo.
El proyecto de ley no solo contempla el tratamiento, sino también a una serie de medidas destinadas a la prevención del sobrepeso. Si observamos un poco a grandes países del mundo como Reino Unido, Francia y EE.UU., veríamos que poseen normas que prohíben la venta de algunos alimentos en escuelas, mientras que en nuestro país el proyecto aprobado establece que los quioscos deberán incluir “alimentos para una dieta equilibrada”.
Ni la publicidad se salva del dictamen, ya que establece que “la publicidad o promoción de alimentos con alto contenido calórico, grasa o azúcar y pobres en nutrientes esenciales deberán llevar la leyenda El Consumo Excesivo Es Perjudicial Para La Salud" y no solo ello sino que también prohibirá la promoción de dietas o métodos para adelgazar que no tengan el aval médico o nutricionista, mientras que la publicidad de productos para bajar de peso deberá estar dirigida exclusivamente a mayores de 21 años.
Los trastornos alimentarios son una de las mas grandes epidemias del siglo XXI y si bien aun no son consideradas como una enfermedad, se esta trabajando duro para que pronto las obras sociales y prepagas se ocupen de tratar a sus pacientes con ese tipo de problemas como enfermos.
Si nos remontamos años atrás, mas específicamente al año 1989 nos encontraríamos con la primera iniciativa llevada al Congreso para el proyecto de ley que declara de interés nacional la prevención y control de los trastornos alimentarios – entre los que se incluyen a la bulimia, la anorexia y la obesidad - y obliga a las obras sociales y prepagas a incluir entre sus prestaciones los tratamientos “nutricionales, psicológicos, clínicos, quirúrgicos, farmacológicos y todas las practicas medicas necesarias para su atención”. Pero no quedo allí, ya que hasta la fecha se agregaron cerca de 20 proyectos que en que en agosto del año pasado el Senado unificó en un dictamen el cual fue modificado y aprobado este mes en el recinto.
La obesidad aumenta las probabilidades de desarrollar Diabetes Tipo 2, Cáncer y Enfermedades Cardiovasculares; por ello es considerada la segunda causa de muerte prevenible detrás del cigarrillo.
El proyecto de ley no solo contempla el tratamiento, sino también a una serie de medidas destinadas a la prevención del sobrepeso. Si observamos un poco a grandes países del mundo como Reino Unido, Francia y EE.UU., veríamos que poseen normas que prohíben la venta de algunos alimentos en escuelas, mientras que en nuestro país el proyecto aprobado establece que los quioscos deberán incluir “alimentos para una dieta equilibrada”.
Ni la publicidad se salva del dictamen, ya que establece que “la publicidad o promoción de alimentos con alto contenido calórico, grasa o azúcar y pobres en nutrientes esenciales deberán llevar la leyenda El Consumo Excesivo Es Perjudicial Para La Salud" y no solo ello sino que también prohibirá la promoción de dietas o métodos para adelgazar que no tengan el aval médico o nutricionista, mientras que la publicidad de productos para bajar de peso deberá estar dirigida exclusivamente a mayores de 21 años.
Para concluir, el proyecto también trata sobre la discriminación a los obesos, diciendo en su primer artículo que “los proveedores de bienes y servicios con destino público en general no podrán negarse a proporcionar el bien o servicio solicitado; empresas como aerolíneas, transportes y cines si se aprueba la ley deberán tener instalaciones aptas para todos los públicos" y en su segundo artículo "que los establecimientos dependientes del estado deberán contar con comodidad y equipamiento adecuado para personas obesas."
Como ya se nos había confirmado no ocurrió su aprobación definitiva antes de marzo de 2008; ya estamos casi en el mes de julio y aun se sigue debatiendo, mientras que nuestros ciudadanos siguen padeciendo a consecuencia de estas tres enfermedades derivadas de trastornos alimentarios.
¿Porque hay que hablar en Futuro si en realidad las personas están sufriendo Hoy?
Hagan por los que ya no están o por aquellos que sufren en las sombras...
Se Necesita la Ley YA!
Por Favor Difundir
1 comentario:
Estoy de acuerdo... me enferma que este pais tenga leyes tan boludas, siendo que hay otras que se necesitan y no estan..!
Besos
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