miércoles, 21 de mayo de 2008

Inflación

Por Rubén Villanueva

La inflación es uno de los temas más actuales de nuestros días. En los medios de comunicación y en la calle se habla del índice oficial y del estado real de los precios. Instalado el debate y la incertidumbre de la conducción del Gobierno, la sociedad comienza a desconfiar en el actual sistema económico.

Se denomina inflación al crecimiento continuo y generalizado de los precios de los bienes y factores productivos de una economía a lo largo del tiempo.
Desde que “
Instituto Nacional de Estadística y Censos(INDEC)comenzó a suministrar datos que pacerían ser irreales, en el índice de precios, se instaló el debate político de la oposición y el miedo en los consumidores.
Mauro Zubczuk tiene 28 años, estudia Ciencias Económicas en la U.B.A y le faltan dos materias para recibirse. Consultado por las causas de la inflación actual de la Argentina afirma “básicamente existen dos causas que están generando la inflación, por una lado el tipo de cambio, lo que sería el valor del dólar medido en pesos y por otro la emisión monetaria. En el primer caso implica que los bienes con mayor valor agregado (los bienes de capital, las máquinas y herramientas) son importados, mientras que la producción primaria de bienes comestibles y agro industriales son producidos en el país y exportados. Por lo tanto, los sectores industriales y algunos sectores de servicios y producción agrícola necesitan para su producción de insumos que son producidos en el exterior. A medida que el dólar se encarece, también crece el costo de
reposición de estos productos, los repuestos, los sueros utilizados para la producción agrícola, patentes de medicamentos, etc. y los productores trasladan estos aumentos en sus costos a los precios de los productos. El segundo motivo es un poco menos intuitivo. Lo cierto es que la monetarización de la economía sin respaldo en términos de reservas y crecimiento genera inflación; dicho en otros términos, darle a la máquina de imprimir billetes genera inflación en el caso en que el crecimiento de la economía no sea suficiente. Y aunque la economía viene creciendo fuertemente en los últimos años, buena parte de la emisión monetaria no está siendo respaldada en términos de demanda de dinero”.

La tasa de inflación es un indicador muy sensible del estado de la economía, si la economía “goza de buena salud”, debería ser del 6% al 8% anual. Menos proporción sería peligrosa, porque evidencia signos de acercamiento a una recesión. Más porcentaje de esas tasas también es peligroso, porque debilitan los contratos a largo plazo. El Gobierno confirmó el 9 de mayo que la inflación oficial de abril fue del 0,8%, el registro del INDEC refleja sólo un tercio de la suba de precios que las consultoras privadas estiman como real. Para los analistas, la inflación del mes rondó entre 1,5 y 2,6%. En el primer cuatrimestre, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumula un alza del 3,4%. “Los acuerdos de precios parecen muy débiles en un mediano y largo plazo y las necesarias renegociaciones de contratos implican que los precios seguirán subiendo. En el ámbito político, la intervención del ejecutivo en el INDEC y los cambios en los mecanismos de relevamiento y análisis de datos y publicación de estadísticas ponen serias dudas acerca de la cientificidad de los mismos y el consiguiente descrédito de las estadísticas oficiales. En ese sentido, es indispensable devolver al organismo su independencia de los sectores políticos y la autonomía para redefinir, según criterios de eficiencia, los métodos para la medición de inflación. Con una medición correcta de este agregado la política monetaria podría volver a nivelarse de acuerdo a las tasas de crecimiento reales de la economía y, aun más, sería posible interpretar mejor el proceso inflacionario y modificar la pauta de emisión poniéndole un freno a las tasas de crecimiento de forma tal de poner en caja el proceso inflacionario” opina Zubczuk.
En el mes de Julio, el Gobierno, aplicará un nuevo sistema para informar la evolución de los precios. La canasta de bienes y servicios contendrá 440 ítem, contra los 818 actuales. Se aplicará un sistema de ponderaciones móviles para indumentaria, frutas y verduras y otros ajustes metodológicos “en línea con la tendencia internacional” destacó el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; la titular del INDEC, Ana María Edwin, y la responsable del diseño técnico de la actualización, Beatriz Paglieri, al dar a conocer la noticia en un evento organizado por el INDEC el pasado 7 de mayo. El punto más polémico es que dejarán de publicarse los listados de precios de los productos y sólo se divulgarán las variaciones porcentuales de un mes a otro. “Esto apunta a una situación contraria a la que sería óptima pensando en el futuro. Una de las primeras cuestiones que uno aprende cuando estudia economía es que la información es esencial para la toma de decisiones. Los contratos, las compras y ventas, son justamente tomas de decisiones en el ámbito económico. Sin la información correcta, las compras y las ventas no se realizan o se hacen con muchos inconvenientes de por medio. Y justamente la información correcta para la toma de decisiones está contenida en una variable tan importante como minúscula: los precios, esto es así porque siempre se decide cuanto se compra o cuanto se vende de acuerdo al precio que uno encuentre en el mercado. Entonces, las decisiones de compra y venta necesariamente están condicionadas por los precios. Queda claro entonces, que con las simples variaciones de precios no es suficiente información para analizar el curso de la economía pero sí es suficiente para intentar tapar, lo que a todas luces, aparece como una manipulación enorme de la información estadística con fines políticos”, finaliza el joven economista.

Dibujo:
http://www.laopinion-rafaela.com.ar/opinion/2008/04/18/m841801.php

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